Uruguay en Paraguay y la tercer bota del koan



No estuvo mal el Uruguay en Paraguay


En el torneo de tercera fuerza Alejandro Genta salió en cuarto lugar. Buena cosa.
En el torneo de segunda fuerza Bernardo Roselli salió primero. Muy buena cosa. Muestra que Bernardo sabe jugar al ajedrez y ganar torneos. Por si hubiese parecido lo contrario después que hace algunas semanas y luego de muchos años perdiera por primera vez el primer puesto de la final del uruguayo.
En el torneo de más fuerza Andrés Rodriguez salió también cuarto. No sabemos si eso colma o no sus expectativas, pero mirado desde afuera (desde Uruguay) no está mal.

En conjunto la participación de los uruguayos fue excelente.

¿Y la tercer bota?

A cualquier lector atento le habrá llamado la atención el que uno de los favoritos el GM cubano, haya salido casi en último lugar. Invitamos a leer el artículo que sobre el escribimos luego del torneo de ajedrez rápido de Colonia:

Uno no puede dejar de hablar consigo mismo y decirse cosas cuando suceden resultados así. Escribíamos en “Cuantos pares son tres botas”, que bien vale andarse con humildad por este mágico mundo durante el tiempo que se nos es asignado, pues suceden cosas….el que en Colonia le enseño la paradoja de la bota 3 a más de uno que ya se sentía el Uno, vaya si aprendió por cuenta propia al respecto ahora en Paraguay. Más de un podrido dijo en los corredores: - "¿Se pararía de la mesa  ahora, con tan solo 7 minutos en el reloj, a dar vueltas mientras disfrutaba de su rival retorciéndose como un escuerzo?"...En Colonia lo hacía, en Paraguay no sabemos, habría que preguntarle a quienes le vieron. En Colonia nos contaba como disfrutaba del sufrimiento ajeno. Le preguntamos si el mismo no se veía a veces en esa situación y que sentía al respecto. Nos expresó que pocas veces pero que cuando esas pocas veces se daban no sufría….Bueno, Asunción….parece que fue una excelente oportunidad para demostrar hasta qué punto eso era real. Suponemos lo tomó con sabiduría y no se ofenderá el Maestro Cubano porque le tiremos desde la Muy Fiel y Reconquistadora, un poco en broma,  con algún botazo como en los dibujos de los cómics….fiuuuuuuhhhhh.......plá!.....¡recórcholis!...¿De qué vamos a hablar aquí sino de ajedrez y sus actores?

Lo que nos interesa va un poco más allá. El Maestro Cubano es tan solo una excusa y le pedimos disculpas por ello. Seguramente algo le pasó no relacionado con el ajedrez, pues cuando un jugador de su categoría sufre reveses así, son cosas relacionadas con imprevistos, situaciones externas o internas, cosas de la vida. No hay que deseárselo a nadie.

La mente es así, un pensamiento nos lleva al siguiente y a otro y a otro sin la menor conexión aparente. Y por eso nos viene, quien sabe porqué, un tema sobre el que más de una vez nos hemos visto reflexionando… Colonia, Asunción, cuantos pares son tres botas, el ajedrez, la inteligencia…Nos viene un tema.Toma para nosotros relieve, cada vez más nítido a medida que pasan los años y la experiencia se intensifica.Y el tema se puede resumir así:  jugar bien al ajedrez ayuda y sirve para….pues para mucho……pero fundamentalmente para jugar bien al ajedrez!....no more

Es un tema al que volveremos más de una vez, porque uno pasa muchas horas de su vida frente a un tablero. Puede no tener nada que ver con cuantos pares son tres botas, o tener todo el que ver con todo. Cuando se trata de vender el ajedrez a los esponsores naturalmente los que estamos en el asunto sacamos a relucir sus virtudes. Nada raro. Lo más natural ¿Quién lo va a hacer sino? Asi se supone que debe ser. Cuanto más que las virtudes las tiene. Pero “una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”, como decía la canción de Zitarrosa. El ajedrez no ayuda ni a ser más sabio ni a ser más inteligente, ayuda básicamente a jugar mejor al ajedrez. Si se entiende esta parte hasta capaz y se pueda de verdad sacar algunos provechos colaterales con su práctica.

Concentración , elección de posibilidades, aprender a razonar (¿?) , decisiones complejas simultáneas, autocontrol, y podemos escribir una larga lista de virtudes. Ciertas. Pero no solo el ajedrez las desarrolla. La cosa pasa muy por otro lado. Esto no quiere decir que con la actitud correcta el ajedrez sea un camino válido de vida, expresión y realización como cualquier otro y que potencie muchas capacidades mentales e incluso emocionales. Por que se calculen variantes y tengan que tomar elecciones mentales, eso no hace a la persona más sabia ni más “inteligente”. La ilusión pareciese se produce porque el ajedrez es un juego básicamente “mental” (con todas las limitaciones del término). Y siguiendo un razonamiento más o menos lineal se deduce que si se utiliza la “mente” y el “razonamiento” entonces el jugador gana en “inteligencia”. Pero…¿Qué inteligencia?...¿La que permite concluir que 2 y 2 son 4, 4 y 2 son 6 e incluso resolver una compleja integral? ...Puede ser ...¿O la que permite “ver” un lugar geométrico? Ahí estamos aún mejor. En todo caso no parece que sea la “inteligencia emocional” del investigador de Harvad el Dr. Goleman. Recientemente una profesora salteña de historia (Mónica Nicoliello) ha escrito un sugerente e inspirador libro “La inteligencia emocional histórica-en el aula y otros contextos” (Editorial Planeta), aplicando la categoría de Goleman a su disciplina. Perfectamente se podría incursionar en el ajedrez , en el campo de su aprendizaje y práctica con ese enfoque. Parecería prometedor y le sería muy bueno al mundo del ajedrez.
No, la maestría en ajedrez no hace más sabio y lúcido a nadie en las cosas esenciales y que cuentan. Muchísimo menos garantiza la plenitud y la virtud. El camino que va de Colonia a Asunción es una elegante demostración.

Uruguay quiere decir en idioma indio,según nos decían en la escuela, algo así como “el río de los pájaros pintados”. Paraguay no lo sabemos. Lo hemos buscado y no hemos dado con la respuesta. Incluso el año pasado en Colonia le preguntamos a un maestro ajedrecista paraguayo si sabía que quería decir Paraguay y quedó seco. Estaba como nosotros al respecto. Por eso si de paso algún lector nos puede decir que significa Paraguay en lengua guaraní será un placer para nosotros nos lo pueda escribir como comentario. No lo sabemos y nos gustaría.

De momento nos quedamos así: "guay" del que vaya muy agrandado al “Para” desde el “Uru”….pueden suceder cosas extrañas…y aparecer la tercer bota del koan zen del lunfardo yorugua en el lugar menos pensado…

4 comentarios:

Эндрю dijo...

означает "большие потоки воды"

Anónimo dijo...

Hola Marcel y amigos del ajedrez. Permítanme disentir con alguna de las expresiones vertidas en este artículo. Principalmente con tu impresión de que el aprender ajedrez sólo estimula fundamentalmente una mejoría sobre el tablero.
El ajedrez es un medio que facilita a quién lo practique una guía sobre un sin fin de cuestiones vitales que tu mismo nombras. No se trata de "una promoción falsa". Por supuesto que ninguna disciplina aislada es el camino de la virtud- por cierto que la virtud hoy no es la de la antigüedad y cada vez se hace más necesaria la paradoja de la ultraespecialización junto con su contario: una mirada más global de la actividad.
Creo que el ajedrez nos ha dado a la mayoría de quienes lo practicamos esa ayuda silenciosa en otros muy diversos ámbitos y que justamente por estar internalizado tal vez nosotros mismos no podamos reconocer conscientemente este hecho.
Para quienes se dedican a la promoción y enseñanza del ajedrez es un tema que no debe pasar inadvertido, creo yo.
Mis saludos,
Rafael Salguero

Marcel Blanchard dijo...

Rafael, lo paradójico es que estoy de acuerdo contigo. Estamos hablando de extremos relativos de un mismo fenómeno. El tema es inmenso y complejo. Supera en mucho lo que pueda siquiera tocarse en un artículo con el tono del presente.
Estamos hace tiempo investigando el tema desde distintos ángulos y disciplinas y por eso nos interesaba ponerlo al aire.
Si tendrá el ajedrez su magia que tanto nos fascina. Capaz una línea de trabajo seria empezar definiendo zonas:
1- Que beneficios da su práctica
2- Qué contraindicaciones tiene
Pero enseguida habría que preguntarse: ¿Qué practica del ajedrez?
Y enseguida aún : ¿De qué franjas o grupos de personas hablamos?
También se podría empezar desde atrás para adelante: tomar un muestreo del ajedrecista típico de competición por ejemplo y decir, a ver que tienen en común …Y de ahí inferir que produce inevitablemente su práctica. En la línea del nazareno: “Por sus frutos los conoceréis”.

Es por cierto un tema inmenso.
A lo que apuntábamos era: la maestría en el juego de ajedrez (o de “go” por ejemplo) para nada te asegura que desarrollarás tu inteligencia, y mucho menos tu sabiduría. Porque además hay que definir de que tipo de inteligencia estamos hablando. Y lo más importante quizá, inteligencia para qué.
Hay además un tema cultural que también incide de modo distinto en cada zona o país.

Jugando al ajedrez disfrutarás mucho y sufrirás otro tanto, lo que ya de por sí es una cantidad.
Sobre las virtudes de su práctica en sentido general una de las mejores listas que he encontrado es la realizada por un GM chino en el libro “La escuela china de ajedrez” .

El artículo, pretende, recurriendo un poco al humor dislocar el lugar común de que el ajedrez te “hace” “más inteligente” o que hay una relación directa entre “inteligentes” y “maestros “ del juego del ajedrez. A veces -no siempre, a veces:)- hasta parecería es inversa. Y uno se dijese así mismo: vade retro Caissa si en eso me convertiré o es eso lo que tienes preparado para nuestra descendencia en caso de seguirte.
Lo contrario también vale :por ejemplo cuando uno mira a un tipo como Anand o tantos otros.
Nos parece sí, que las más de las veces se utilizan de modo simplista conclusiones prestadas, para vender lo que tenemos y a lo que hemos dado en dedicarnos. Cosa que por otra parte no tiene nada malo.
El tema sobrepasa en mucho a un artículo. Ya le entraremos como es debido.
Tu comentario nos incita a seguir profundizando en el tema que nos apasiona.

Anónimo dijo...

muy buena la aclaración, la diferenciación entre el ajedrez y el "ajedrez de competición".

diferenciando al ajedrez como instrumento educativo del ajedrez como objetivo.

diferenciando al ajedrez como forma de encuentro del ajedrez como forma de demostrar superioridad.

e incorporo (una vez más) al ajedrez como herramienta de elevación espiritual, lo cuál también está en la raiz de los juegos, su origen no como juego sino como herramienta espiritual... como si el tirar los buzios derivara en el juego de la payana.

diferenciar a el Rey Alfonso IX (el Santo) de su hijo, El Rey sucesor Alfonso X (el sabio)...

el santo prohibió el juego del ajedrez, seguramente el ajedrez obsesionara al pueblo distrayéndolo de su hacer solidario, y sin duda cuál si fuera una payada de ley en la pulpería de encuentro, mas de uno se haya ido a los facones... y lo peor dejando las piezas tiradas por el piso, :-)

aún así se seguiría jugando ajedrez pero ahora sí, a escondidas, y tratando que las partidas no terminaran con tanto revuelo por la sangre derramada.

tanto es así que luego A. X "el sabio" lo incluyó dentro de sus estudios sociales de los juegos del momento... dejando 111 láminas que tratan el tema del ajedrez, de las cuáles hay copias muy cuidadas en la biblioteca nacional, las cuáles yo intenté ver pero mi escaso curriculum no dió la talla para ello.

hay que ser diplomado.

el dato está dado.

pablo caravia