Final del Campeonato Uruguayo 2009.

MF Daniel Izquierdo. Contra todas las previsiones de los que saben ahi esta, al firme hasta hoy con 6,5 en 7 y va primero. Gane o no gane el campeonato nacional, sigue siendo el mismo guerrero de siempre en los tableros. Entiende muy bien el juego del ajedrez y para nada ha pasado su hora. Fue nuestro "padrino" en el lejano 1979. Nos llevó al Club Los Trebejos de Walter Estrada a jugar por primera vez. Por eso nuestro sentimiento, a pesar de la turbulenta etapa clasificatoria, es desearle una vez más el titulo nacional.

MN Donatti. El comentario general es que esta haciendo un muy buen torneo por encima de las expectativas de su fuerza cuantificada en puntaje de ELO. Nuestra manera de decirlo es la misma y es otra: no solo un buen campeonato, pues eso podría entenderse como que ha tenido un poco de suerte en este torneo, alcanzando resultados que no se condicen con su fuerza preestablecida de juego. Hay que decir más, hay que decir, creemos, que al momento ha demostrado que juega muy bien al ajedrez. A secas. Y más de lo que se pensaba en los ambientes del ajedrez nacional. El ajedrez de competición es concreto y no depende de la suerte, o en todo caso es de los juegos en que menos se depende de ella. Por eso si ganas es que evaluaste y calculaste mejor, sostuviste la tensión interna y por ello moviste mejor las piezas a lo largo de la partida, en distintos momentos de su desarrollo o simplemente en el momento oportuno y decisivo. Porqué moviste mejor las piezas ? es otro asunto.

Coppola. Lo percibimos como uno de los jugadores jóvenes con más talento natural para las habilidades que se requieren en este juego del ajedrez. Eso no quiere decir nada más que eso. Es una percepción subjetiva como toda percepción, pero creemos captar algo que es difícil definir con palabras. Además se esta formando en la que consideramos, por varias razones que desarrollaremos en artículo aparte, la mejor escuela del ajedrez del Uruguay actual, al menos para jugadores de nivel superior para nuestro contexto. Bernardo a demostrado también a nuestro entender, ser el mejor entrenador del Uruguay actual. Es el mejor jugador del país y el mejor entrenador, cosas que no se da necesariamente juntas. Así Coppola puede estar sumando el talento natural respecto a las habilidades que requieren el juego del ajedrez con otro talento tan importante como lo es la capacidad de trabajo y autosuperación, en un entorno ideal.

Nos llamó la atención como clasificó habiendo recibido en el Preliminar dos contundentes derrotas ante Genta y Bustelo. A él no le gustó nada, naturalmente. Incluso nos da la impresión que no sabe procesar aún el ser derrotado y en forma. Pero eso ya trasciende la competición deportiva de ajedrez. Y al fin y al cabo quien sabe ser derrotado? ...no muchos. El hecho es que bien o mal, por orgullo simple o por lo que sea, se recuperó y ahi se metió de nuevo en la final. Y que no se descuide ninguno hasta el mismo domingo de mañana porque se lleva con él una sorpresa.

MI Bernardo Roselli, nacido en el Departamento de Colonia y MF Manuel Larrea del Departamento de San José. Ambos de tiro largo estarán sin duda entre los primeros.
Todos sabemos que lo que esta sobrevolando el Bazar Mitre donde se desarrolla la final es si el actual campeón nacional gana una vez más o no.

Ha dejado sentada durante muchos años su superioridad en el juego del ajedrez. Y en los últimos 5 años ha construído, solito nomás, una poderosa escuela con su estilo personal , de resultados visibles.

En su reciente análisis en su blog Escuela Uruguaya de Ajedrez creemos se ha equivocado en más de una apreciación. Pero aún restan 4 partidas y nos meteremos con ese tema en artículo aparte porque tiene vetas muy interesantes.

Bernardo puede ser de nuevo el campeón.

MN Tabaré Bustelo y MN Lopez Falcón. Luchando con dignidad hasta el final. Jugando al ajedrez. Buscando como dice Tabaré las jugadas que ahi están en cada posición y que si uno las hace pues va y gana. Cualquiera de ellos puede pegar un zarpazo a cualquiera de los que van primeros con incidencia imprevista en las posiciones finales.