Mijaíl Tal, "El Mago de Riga".
En este trabajo de Gabriel, introducimos también un recurso técnico de internet que teníamos "guardado" desde hace algún tiempo a la espera de una oportunidad óptima. Lo vimos por primera vez en sitios rusos de ajedrez, en donde se genera e investiga mucho en contenidos ajedrecísticos y en formas periodísticas de expresarlo. Algunos blogs en otros idiomas lo utilizan desde hace algún tiempo.Se trata del análisis de una partida en sentido tradicional, "escrito" pero combinándolo con el movimiento en paralelo de las piezas en el tablero. Hasta el momento utilizabamos el tradicional escribir y aparte como otra "novel" posibilidad (que ya es clásica en internet) el tablero móvil. Sin embargo sin poder asociar un análisis.
Este recurso lo permite. Genera una inédita y poderosa herramienta de percepción simultánea y rápida. Evidentemente modificará para siempre la cualidad perceptual y posibilidades del análisis y entrenamiento en ajedrez, como lo han hecho distintos avances en internet aplicados a este juego.
EL CUADRADO MÁGICO. 1 (Por MFGabriel Curi).
Amigas y amigos. Iniciamos acá, gracias a la gentileza de Marcel Blanchard, una nueva columna de ajedrez, cuyo éxito (que no se pretende otro que el de la respuesta de los lectores, - si los hubiere como decía Héctor Silva Nazzari-) y periodicidad el tiempo determinará. Creo recordar que el nombre proviene del título de un libro de problemas de ajedrez de un autor español que prometo rastrear; pero es sin dudas toda una promesa y un compromiso respecto al contenido. Los invitamos a adentrarnos en el universo mágico del tablero de ajedrez, donde la belleza estética, la perfección técnica y la fantasìa creativa concurren para conseguir, como afirmaba Tarrasch, que nuestro juego, al igual que la música, y al igual que el amor, haga felices a los hombres.
Y que mejor forma de iniciar nuestro viaje, que con un artículo sobre el genial Mijhail (Misha) Tal, “el Mago de Riga”, de cuya muerte, el próximo 28 de junio, se cumplen 18 años. Probablemente no haya sido el más fuerte jugador de la historia; pero sí el preferido de los amantes del ajedrez, por su búsqueda de la belleza priorizándola aún sobre los objetivos deportivos, por su aficción a las entregas de material y a crear en el tablero posiciones de una complejidad increíble, que desafiaban los conceptos establecidos y las escalas de valoración normalmente aceptadas, transformándolo en un espacio con reglas propias, donde todo podía suceder. A Tal le gustaba que sus piezas vivieran, y al decir de Sosonko vivían para él, como no lo han hecho para ningún otro jugador.
Cuando Tal irrumpe y juega por primera vez, a los 19 años de edad, el fortísimo campeonato soviético (obteniendo un dignísimo quinto puesto compartido), era la época de los jugadores técnicos, posicionales, muy alejados del ajedrez romántico (al que se consideraba una especie de pieza de museo). Una época cuyo máximo exponente era sin dudas el campeón mundial Botvinnik (cuenta Bronstein una anécdota que lo pinta de cuerpo entero. Se iba a realizar un match entre la URSS y los EEUU, y en la charla previa, Botvinnik los arenga con un consejo que era mas bien una advertencia. “Me imagino “ dijo, mirando con severidad a Bronstein, “que a nadie se le ocurrirá jugar un Gambito de Rey”. Bronstein jugó un Gambito de Dama , y perdió rápidamente). No se buscaba el ataque, la combinación fulgurante, el sacrificio intuitivo, que se consideraban pertenecían a una època superada en la historia del ajedrez. Como decían , parafraseando la frase de Filidor (“los peones son el alma del ajedrez”) : el peón de más es el alma del ajedrez.
Y Tal personificaba exactamente la forma contraria de entender el juego. En sus partidas se producían las posiciones más diabólicas, los sacrificios más inesperados, que eran refutados por análisis posteriores pero no en el tablero (hay 2 clases de sacrificios, decía Tal, los correctos y los míos), llegándose incluso a afirmar que sus ojos, de mirada intensa y penetrante, hipnotizaban a los rivales (!). En un encuentro internacional, el norteamericano Paul Benko se presentó a jugar munido de unos grandes lentes negros, para evitar ser hipnotizado. Tal, que tenía un sentido del humor muy peculiar, anduvo por la sala hasta que consiguió otros lentes, mayores aún, y se los puso para evitar ser hipnotizado por Benko. En muchas de sus partidas tenía 3 o 4 piezas simultáneamente atacadas, y el decía “no importa, solo pueden capturar una a la vez!”.
Lo cierto es que con ese estilo heterodoxo, único , y muy criticado (Smyslov lo definió como un gangster del tablero, y Taimanov afirmó que si Tal conquistaba por tercer año consecutivo el campeonato soviético él se retiraba del ajedrez), Tal arrasó con la escuela técnica, obteniendo el primer puesto en el campeonato soviético de 1957, siendo , a los 20 años, el jugador más joven en conseguir ese logro. Volvió a ser campeón soviético en 1958 (y no repitió en 1959 solo para evitar , según dijo, que el mundo del ajedrez perdiera a Taimanov), año en el que también inició su carrera hacia el título mundial, venciendo en el Interzonal de Portoroz. En 1959 gana el torneo de Candidatos (un torneo monstruoso, a cuádruple vuelta, entre los 8 mejores jugadores del mundo) lo cual le da el derecho a desafiar al campeón. Y en 1960, a la edad de 23 años, derrota a Botvinnik 12,5 a 8,5, convirtiéndose en el campeón del mundo más joven de la historia (récord que sólo quebraría Kasparov dos décadas y media más tarde). La vida parecía sonreírle. Campeón del mundo, querido por todos (acaso, decía Botvinnik, no consiste en eso la felicidad?) , logrando plasmar en sus partidas sus ideales de belleza y creatividad. “Mi cabeza está llena de luz” afirmó, tras recibir el título de campeón mundial. Botvinnik no estaba feliz. “A lo que hemos llegado! El título mundial en manos de un charlatán” dijo, y comenzó a preparar cuidadosamente el match revancha, derecho que por ese entonces tenía el ex campeón.
Pero no es oro todo lo que reluce. Tal siempre tuvo una salud muy frágil, con problemas renales, y debiendo someterse a múltiples operaciones. A lo que sumaba una vida con excesos de variada especie. Mujeres bastantes, cigarrillos en mayor grado, y alcohol en cantidades no recomendables eran una mezcla que sin duda hacían su vida interesante, pero causaban estragos en su salud. Los terribles dolores y las operaciones lo hicieron adicto por cierto período a la morfina (hay una anécdota, probablemente falsa, según la cual en una conferencia, un asistente le pregunta si es morfinómano , a lo cual Tal habría contestado en forma instantánea “De ninguna manera, camarada! Soy un chigorinómano!). Antes de comenzar la Olimpíada de la Habana (Cuba 1966), Tal recibió un terrible botellazo en la cabeza en un night-club. Petrosian bromeaba , diciendo que solo un hombre con la salud de hierro de Tal podía haber resistido ese golpe.
Lo cierto es que para el momento del match revancha, Tal estaba enfermo. Botvinnik alegó que sólo aceptaría la postergación del match si su enfermedad era certificada por doctores moscovitas y Tal decidió jugar igual. Botninnik había estudiado con profundidad el estilo de Misha, decidiendo jugar aperturas que lo restringieran , no le dieran libertad de espacio, lo condujeran a finales y, en definitiva, no lo dejaran combinar. Tal perdió el match por 13-8, siendo el campeón del mundo con reinado más corto de la historia (apenas un año). Luego comentaría que el título de campeón es provisorio, mientras que el de ex - campeón es eterno.
Aunque continuó ganando muchos torneos (tanto individuales como por equipos, donde , por ejemplo, obtuvo 8 veces la medalla de oro en las olimpíadas con el equipo soviético) , y creando obras de arte maestras, nunca volvió a tener la oportunidad de luchar por el título máximo.
No creó una “escuela” de ajedrez. Su estilo fue demasiado personal e intransferible para ser imitado, y acaso solo Shirov, especialmente en sus inicios, ha mostrado una gran influencia de la manera de jugar de Tal. Que, por otra parte, está muy alejada de las ideas de los jugadores profesionales, no tan dispuestos a correr riesgos que les pueden representar menos puntos de Elo y menos dinero, solo por buscar logros creativos. En una ocasión Tal jugó la variante del cambio contra la Francesa. Logró su objetivo, pero tras la partida juró que nunca más jugaría eso, porque era un crimen contra el ajedrez. En otra, estaba preparando una partida de última ronda donde le servían las tablas, y su compañero de habitación lo deja mientras analizaba un gambito de Dama. Cuando al rato Tal llegó a la sala de juego, se sentó y jugó ... un gambito de Rey! Su explicación fue que su habitación estaba en un piso muy alto, y el ascensor era lento, lo que le daba mucho tiempo para pensar ....
Yo he elegido para comentar dos partidas que no son de las más conocidas de Tal. Es más, es probable que no estén en la mayoría de las bases de datos en circulación. Pero son fieles exponentes de su estilo agresivo, complejo, a veces erróneo, siempre fascinante. No puedo dejar de recomendar para todos los ajedrecistas, especialmente los más jóvenes, que investiguen en el riquísimo legado de sus partidas. A riesgo de cometer una herejía (porque recomendar unas partidas implica automáticamente dejar otras de lado), creo que hay algunas que es imprescindible conocer: su entrega de Dama por dos piezas menores contra Bobotsov (Varna 1958); su encuentro con Panno del Interzonal de Portoroz de 1958, donde la Dama de Tal (la más voraz de la historia, según Lincoln Maiztegui) enfrenta y vence a un ejército de torres y pieza menores negras; su triunfo frente a Smyslov en Yugoslavia 1959, las partidas 1ª y 6ª de su primer match contra Botvinnik; un sistema Botvinnik de la Eslava enfrentando a Kéller en Zurich 1959 tan complejo que Tal nunca quiso analizar, diciendo que era imposible hacerlo en forma correcta (y que luego han intentando desentrañar la verdad de la posición tanto Timman como Kasparov) ; sus tablas contra Portisch en el Interzonal de Ámsterdam de 1964, donde tras realizar los sacrificios más inconcebibles e incorrectos termina dando un perpetuo, agregando la leyenda que tras la partida Portisch debió ser llevado al hospital; su entrega de caballo y el ataque resultante en la última partida de su match con Larsen en Bled 1965; o una Inglesa de negras frente a Polugaievsky en Riga 1979 ... perlas tan solo de una colección maravillosa e irrepetible.
En sus últimos días el estrago físico era impresionante (se puede ver la imagen, aunque la locución está en ruso. Un Tal con aspecto cadavérico, la piel pegada a los huesos, la mirada perdida, en su última partida). . Le agradeció a Gelfand en determinado torneo, no por saludarlo, sino por reconocerlo.
Su último torneo de ajedrez “serio” fue en Barcelona 1992. Según una versión cuya seriedad no he podido confirmar, había un pacto entre los demás jugadores para hacer tablas con él. Pero determinado jugador rompe el pacto y lo derrota. Tras eso, el gran maestro armenio Akopián, que enfrentaba a Tal en la última ronda, habría dicho que entonces él tampoco estaba obligado. De blancas en una Siciliana , Tal jugó 3. Ab5 jaque, y luego ofreció tablas, que fueron rehusadas. Misha condujo la partida espléndidamente y, en posición ya desesperada, fue el armenio quien ofreció dividir el punto, lo que le fue negado y Tal ganó. No sé si la historia es cierta o forma parte de la leyenda, pero la partida está ahí, con una última jugada (38. Re1) que es todo un símbolo. El rey volvía a su casilla inicial.
Luego voló a Moscú, donde jugó , ahora sí, el postrer torneo de su vida. Uno de blitz, o ajedrez relámpago, del cual salió para el hospital donde terminarían sus días. Su última partida fue contra el campeón mundial Kasparov. Tal se lanzó al ataque, entregó una pieza (en forma incorrecta según Garri), y terminó ganando por tiempo.
Me gustaría terminar este artículo con alguna frase brillante, digna del personaje homenajeado y que perdurara en el recuerdo del lector. Pero creo que el mejor homenaje que se puede hacer es tomar un tablero, dejar que las jugadas se expresen por sí solas, deleitarse reproduciendo sus partidas, y experimentar esa música mental, ese hechizo mágico que perdurará mientras exista un ajedrecista que se asome al universo creativo del inmortal Misha. Estoy seguro que Tal aprobaría esto, y en un lejano e improbable Olimpo ajedrecista, encendería un cigarrillo, guiñaría un ojo, y brindaría con vodka a la salud de la belleza, luminosa y fugaz. Aquí van.
gabcur@hotmail.com
(show chess board)(hide chess board)
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2 comentarios:
Muy bueno !
N. Soto
guaaa!! me encanta el blog, siempre encuentro temas muy interesantes.
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