No hay mal que por bien no venga-
(Quien opina: Nombre:Marcel. Apellido: Blanchard). Ayer llegamos al salón de juego y nos encontramos con la cuerda que separaba a los primeros tableros de la montonera restante. Sin darnos cuenta nos mandamos sin más. Después nos dimos cuenta y salimos. Después conversamos con uno de los árbitros e intercambiamos interesantes puntos de vista sobre el tema. No es sencillo ser árbitro.
Veníamos fotografiando el torneo desde el comienzo y publicando fotos a montones. Por placer nomás. Tomando las fotos durante 3 horas por día y luego editándolas una a una durante el doble de tiempo. Por eso la primera sensación fue de perplejidad : se nos fueron al instante las ganas de sacar una foto más. Nos vino esa sensación que a muchos les viene de vez en cuando en el ajedrez:… ¿¿¡¡pero que estoy haciendo acá!!???....
Por cierto nadie nos llamó y lo que hacemos lo hacemos porque queremos.
Después simplemente nos sentamos en el borde de la zona de la montonera. Si no molestamos a unos no molestamos a los demás. Y encontramos que se podía buscar otro tipo de fotos.
Lo consultamos con la almohada y aún es contradictoria nuestra sensación sobre la cuerda: por momentos no resulta algo patético, por momentos justo. Porqué en cada caso, podríamos explicarlo con muchas palabras o imágenes. Probablemente la solución este en algún lugar entre medio de esos extremos.
Una solución para el futuro: consultar a los arquitectos o diseñadores del espacio que para eso existen, para encontrar soluciones óptimas a requerimientos funcionales contradictorios. Sin tener que ir mucho más lejos hay por ejemplo un arquitecto que esta por meterse en la final...
Siempre hay una solución óptima…Porque en realidad casi nunca hay un “problema” de verdad…
Nos parecieron muy acertadas algunas de las consideraciones que ha hecho Julio en su blog jóvenes promesas del ajedrez uruguayo. Nos gusta cuando se habla de “afecto” y eso no es sensiblería de comedia, es otra cosa.
A veces también ayuda plantearse la solución por absurdo, como en matemáticas.
Bueno si tanta chingadera (como dicen los mexicanos) con las molestias del público a los jugadores no sería ideal encerrarles a todos en una gran caja fuerte acondicionada contra ruidos y que transcurra ahí el torneo y alguien lo retransmita por un blog en vivo y sanseacabó?
¿A qué ir a ver un torneo sino?¿ A cuchichear entre risitas cómplices tapándose a medias la boca mirando nucas y espaldas?...¿O a vivir bien de cerca, lo más cerca posible la lucha?...Como jugadores sabemos que se siente y nos encanta ver no solo lo que pasa en el tablero sino el océano que hay por debajo…debajo de la mesa por ejemplo, con los pies moviéndose de nervios, o las manos sudadas de susto u otra cantidad de reacciones que hacen a una partida…yo que sé!...no es fácil…o es bien fácil…
Otra variante para el futuro : hacer una encuesta entre los mismos jugadores. Seguramente hay quienes gustan de estar en una zona de very very VERY Important Person, otros que les vale madres (de nuevo viva Mexico cabrones!) y otros que les importa dependiendo si les toca o no estar en la patética zona VIP :)….En cualquier caso estuvo bueno lo de la cuerda porque da que hablar y que pensar. Y pensando con sensibilidad se pueden encontrar soluciones....se supone que el ajedrez enseña a pensar...no está claro si sirve para algo más que eso...(además por supuesto de que sirve para saber jugar mejor al ajedrez)...porque el "pensar" a nuestro modo de sentir es una infima parte de lo que importa ...
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