Carlsen nuevamente en TIMES.

Magnus.(Foto e5!).

La Navidad pasada en Londres el periodista Ebel Harrell realizó un artículo para la TIMES sobre Carlsen. Fue publicado en ChessBase en inglés. Esta semana la TIMES ha publicado un nuevo artículo del mismo autor y sobre el mismo tema: el noruego Magnus Carlsen. 
Lo hemos traducido al español. Nos ha resultado atractivo de hacerlo por tratarse de Carlsen y  por venir de una óptica externa al ajedrez. Cualquier jugador  se puede dar cuenta cuando un artículo esta escrito por alguien ajeno al mundo del ajedrez. Se usan otros términos. Dicho de otro modo no se usa el lenguaje de los ajedrecistas. Como toda actividad el ajedrez tiene su propio sub-lenguaje, sus propias expresiones. Los arquitectos dicen “columnatas” y no “una cantidad de columnas”, los ajedrecistas dicen “una partida” y no “un juego al ajedrez”. O dicen “hizo una jugada” y no “movió una pieza”. Saben todo el ramo de sensaciones y experiencias que implica por ejemplo, la expresión: "colgué", o "un doblete espantoso". Más evidente aún que el autor es alguien "de fuera" resulta cuando este construye un entero relato sobre ajedrez.
Desde el momento en que el periodismo de ajedrez actual es muy poco desarrollado profesionalmente abundan los lugares comunes. En general se relatan los torneos y partidas y acontecimientos recurriendo a  pocas expresiones más o menos gastadas en la suposición de así debe ser que se escribe en periodismo deportivo a nivel profesional. Hablar del “monarca que se ha inclinado”  decir “duelo de titanes”, recurrir a términología marcial trillada de la gama de "gran batalla", o construcciones periodísticas tan desgastadas como "la final al rojo vivo". Cuanto más extraordinaria e ingeniosa una expresión , más cursi se vuelve una vez que se tipifica y se masifica en su utilización.
Es agradable  leer escritos realizados desde fuera del mundo del ajedrez. Por su frescura ingenua. Ese desconocimiento de las expresiones  lo que nos resulta atractivo. En ocasiones no "saber" es mejor que "saber". Porque el autor es libre de verdad y crea en su terreno: escribir y transmitir. En los círculos cerrados de cualquier actividad humana es fácil que se genere una seriedad mortal. Esta  se refleja en el léxico y los códigos internos. Desde los especialistas de ajedrez a los especialistas de teatro o de caza, o de viajes o de judo o de aeronaútica o de budismo. Es bien agradable cuando entra una racha fresca  que ayuda a poner las cosas en su lugar, o por lo menos en otro lugar, o a ventilar siquiera un poco.
Eso es lo que nos parece sucede cuando alguien escribe sobre ajedrez desde otras "zonas". Habla de “fichas” y de “juego” y no de asuntos terribles de entendidos. Que no quiere decir que estos asuntos terribles no existan y tengan su derecho a existir y además sean útiles y necesarios.
El hecho es que TIMES ha publicado con unos días apenas de separación dos artículos sobre Carlsen. Llama la atención. Hace propaganda masiva al ajedrez. Otro tema es si eso “hace bien” al ajedrez y hasta dónde. Habría que profundizar  qué es “hacer bien al ajedrez” y cuál es el sentido además de que se masifique. Se podría empezar por definir quién es precisamente “el ajedrez” al cual se hace el bien. ¿Quién es él? Es otro tema en sí sobre el cual , percibimos, se manejan con frecuencia y mecánicamente, frases e ideas hechas.
Pero de algo parece que no hay duda: Carlsen como jugador de ajedrez, está llamando la atención de los grandes medios.

Magnus y Vladimir en Moscú. (Foto e5!)
Audaz Apertura para el jugador de ajedrez Magnus Carlsen.
( Eben Harell para TIMES. Londres. Enero 2010.)

Vladimir Kramnik ex campeón de mundial de ajedrez y actual número 4 está jugando la primera ronda del London Chess Clássic, el torneo más competitivo del Reino Unido de los últimos 25 años. Alto, lindo y expresivo, parece lo que exactamente debe parecer alguien que ha logrado la maestría en un juego de variaciones casi infinitas: un refinado asesino. Hoy sin embargo está siendo aplastado metódicamente y sin piedad.
Su oponente es un adolescente que pareciese tener dificultades para mantenerse despierto. Magnus Carlsen bosteza, se agita, se hunde en su silla. Se levanta y recorre las otras mesas mirando las partidas como un niño curioso. Regresa cada vez a su propia partida y mueve una de sus piezas, construyendo inexorablemente un ataque tan feroz que a la jugada 43 Kramnik se encuentra en una posición desesperada y renuncia.
Los genios pueden aparecer en cualquier lugar. Pero el origen del talento de Carlsen es particularmente misterioso. En Noviembre, con 18 años , Carlsen se convirtió en el jugador número 1 más joven del mundo en la historia de este juego. Oriundo de Noruega, una “pequeña nación en ajedrez con casi ninguna historia de éxito”, como la definió el gran maestro inglés Nigel Short. A diferencia de otros prodigios de ajedrez que se han dedicado a tiempo completo, él ha seguido sus estudios en la escuela hasta ahora. Su padre Henrik, un ingeniero de hablar suave, dice que ha dedicado más tiempo instando a su hijo a completar sus estudios que a jugar al ajedrez. Incluso ahora ,Henrik sigue interrumpiendo los estudios de ajedrez de Carlsen para llevárselo con su familia de paseo o a visitar algún museo. “Debo pellizcarme el brazo todavía”, dice Henrik. “No es precisamente esto lo que tenía en mente para Magnus”.
Incluso los jugadores de ajedrez, gente acostumbrada a las manifestaciones de inteligencia extraordinarias, se han visto electrificados por la ascensión de Carlsen. Un gran maestro de 13 años, el tercero más joven de la historia, y vencedor de los jugadores de más alto rango a los 15, es llamado a menudo el Mozart del Ajedrez por la similar facilidad en su maestría. En Septiembre , anunció un contrato de entrenamiento con Garry Kaspárov, posiblemente el mejor jugador de todos los tiempos, quien se retiró del ajedrez en el 2005 para dedicarse a la política en Rusia.
Hablando, Carlsen solamente ofrece pistas sutiles de su inteligencia extraordinaria. Su hablar, como  su ajedrez es técnico, gramaticalmente impecable y lógicamente irresistible. Se viste bien, pero muestra claramente la incomodidad adolescente con la formalidad. Rara se mantiene la partida entera sin desabrocharse al fin la camisa. Parecería con más de 19 sino fuese por su costumbre de reir y su aversión al contacto visual.
Carlsen entra en la elite del ajedrez en un tiempo de cambios sin precedents. Es de la generación que ha aprendido el juego con las computadoras. No está seguro si tiene un tablero en su casa.”Podría haber alguno en alguna parte. Pero no estoy seguro”, dice. Los poderosos programas de ajedrez, que en la actualidad derrotan rutinariamente a los mejores competidores humanos, han permitido a los grandes maestros estudiar posiciones con un nivel de profundidad que antes era imposible. Short dice que los jugadores de más alto nivel pueden jugar una partida casi por entero, realizando movimientos sugeridos por el mismo programa, y que tal tipo de juego realizado de memoria le ha quitado parte del misterio al ajedrez. Se refiere a la computadoras de ajedrez como “sierras cortando el Amazonas”.
Kaspárov dice que la maestría de Carlsen radica en un “profundo e intuitivo sentido que ninguna computadora puede enseñar”, y que su pupilo tiene “una sensibilidad natural para saber dónde colocar las piezas”. Según Kaspárov, Carlsen puede captar el potencial de energía de cada movimiento, aunque el efecto final de éste llegue tan lejos que nadie –ni siquiera una computadora- puede calcular. En la sala de análisis de los grandes maestros donde el clero del ajedrez se dedica a analizar el desarrollo del juego, los expertos ni siquiera consideraron algunos de los movimientos de Carlsen en la partida con Kramnik hasta que no los vieron hechos y se dieron cuenta que eran perfectos. “Es difícil de explicar” dice Carlsen. “ A veces simplemente se siente que un movimiento es el correcto”.
Sin embargo no se trata de que Carlsen carezca de habilidad de cálculo. A menudo calculo 20 movimientos hacia adelante y puede jugar cómodamente varias partidas con los ojos vendados, simplemente con escuchar los movimientos realizados. El miedo que rodea a cada mente extraordinaria dedicada toda una vida a explorar los bordes de lo infinito - las posibles permutaciones de una partida de ajedrez superan al número estimado de átomos que existen en el Universo- radica en que puede eventualmente conducir a la locura. Los grandes maestros dicen que la precocidad de Carlsen recuerda a la de Bobby Fischer. Y el gran jugador americano pasó sus últimos años en soledad, reapareciendo solo para lanzar diatribas de anti-semitisimo con sus teorías conspirativas. "Es muy fácil de volverse un obseso del ajedrez”, dice Carlsen. “Es lo que le sucedió a Fischer y a Paul Morphy”, otro prodigio que se perdió en la locura. “Yo no tengo la misma obsesión”.
Aunque se encuentra afirmado en la cima del puntaje de ajedrez, en parte gracias a su victoria en Londres, Carlsen ahora debe abrirse camino a través de una serie de competencias de clasificación para ganar el derecho a disputar el título mundial, el más alto honor que se realiza cada dos o tres años. El padre ha dicho que lo que le preocupa más es “si el ajedrez le hará una persona feliz”. Pareciese que está haciendo precisamente eso. “Me encanta el juego. Me encanta competir”, dice Carlsen. Preguntado sobre por cuanto tiempo va a seguir disfrutando del ajedrez y hasta donde éste le llevará, Carlsen hace una pausa para evaluar las variantes. “Es muy difícil de predecir”, concluye.
Hasta el momento, al menos, ha estado haciendo los movimientos correctos.

2 comentarios:

Unknown dijo...

hola marcel, ¿podría ser, que el repetir el reportaje al joven carlsen, en el times, forme parte de dejar bien matado a fischer?

a la vez me resulta contradictorio decir que: "Es muy fácil de volverse un obseso del ajedrez”

y terminar diciendo: “Es lo que le sucedió a Fischer y a Paul Morphy”

con sólo ésos dos ejemplos no se demuestra que sea fácil volverse obseso del ajedrez

nada más.

pablo caravia

Unknown dijo...

Carlsen es un genio, un niño mimado, ¿alguien lo molesta?,

¿que valor tiene que él afirme lo que todos afirman?

me pareció más inteligente una respuesta de nuestra Natalia Oreiro ante una pregunta de un periodista:

Yo soy una actriz, y muy jovencita, éso deberían preguntárselo a algun sabio que sepa.

¿es que los jóvenes no deben opinar?

si deben opinar, pero en su pequeño círculo de allegados, en la intimidad en donde es posible enmendar errores, en donde es posible llamarse unos a otros para charlar... y perdonarse y corregirse, y crecer en un nuevo sentido... juguito de naranja de por medio.

los jóvenes no deberían opinar ante periodistas, y menos del Times.

en la actual situación mundial, los medios cuál si fueran un ser maligno y todopoderoso, pueden aplastar a cualquier individuo y poner de ejemplo a cualquiera.

que nadie le saque el jugo
que nadie le toque al padre
que nadie le prometa sus carencias
que nadie le seduzca
que nadie le exija
que nadie lo calle
que nadie lo malcrie
que nadie lo tiente en el desierto
que nadie lo deje en el desierto
que nadie lo abandone
que nadie lo envidie
que nadie lo espíe
que nadie sospeche de él
que nadie le convide nuestras naranjas tercermundistas
que nadie lo desprecie hasta el límite
que nadie lo calumnie
que nadie lo defraude
que nadie lo involucre
que nadie lo pruebe
que nadie le presente a Paris Hilton
ni a Jesucristo, Rey de todos los Reyes.


nadie lo va a hacer, pues ya le encontraron el precio, y nadie se da cuenta, pues todos están aplaudiendo con las palmas a la vez que con sus hemisferios cerebrales,

admirable

un chico modelo.

¿sera que nació sin karma?




pablo caravia